Cuando pensamos en calcio, lo primero que nos viene a la mente son los huesos. Y sí, este mineral es esencial para mantenerlos fuertes a lo largo de la vida. Pero el calcio es mucho más que eso: es un aliado silencioso que participa en funciones clave de nuestro organismo cada día, desde que nacemos hasta la vejez.
En este artículo te contamos por qué el calcio es tan importante, qué papel juega en tu bienestar y cómo puedes asegurarte de obtenerlo de forma natural, rica y sencilla.
El calcio, mucho más que un “bloque de hueso”
El 99% del calcio de nuestro cuerpo está en huesos y dientes. Pero ese 1% restante, aunque parezca pequeño, es imprescindible. ¿Por qué? Porque el calcio participa en:
- La contracción muscular (incluido el latido del corazón).
- La transmisión de impulsos nerviosos.
- La coagulación de la sangre.
- La activación de enzimas necesarias para muchas funciones vitales.
Si no consumimos suficiente calcio en la dieta, el cuerpo lo toma de los huesos, debilitándolos poco a poco sin que lo notemos… hasta que aparecen los problemas.
¿Cuánta cantidad debemos consumir diariamente?
La mejor manera de asegurar un aporte suficiente es incluir en nuestra dieta diaria raciones adecuadas de productos lácteos. Y no, no todos necesitamos lo mismo.
Infancia y adultos: Se recomienda consumir entre 2 y 3 raciones diarias de productos lácteos, como leche, yogur o queso.
Adolescentes, embarazadas y personas mayores: En estas etapas, donde las necesidades de calcio aumentan, lo ideal es tomar entre 3 y 4 raciones diarias.
Una ración puede ser un vaso de leche, un yogur natural o una porción de queso. Incluir estos alimentos de manera equilibrada es una forma fácil y deliciosa de cuidar tu salud ósea.
¿Cómo conseguirlo de forma natural?
La leche es uno de los alimentos con más calcio naturalmente biodisponible, es decir, fácil de absorber y aprovechar por el cuerpo. Por eso, incluirla en tu dieta diaria es una forma sencilla de alcanzar la cantidad recomendada.
Lácteos: leche, yogur y quesos son las estrellas del calcio. Su biodisponibilidad (es decir, lo bien que nuestro cuerpo lo absorbe) es altísima, lo que los convierte en una fuente excelente y natural.
Verduras de hoja verde: como el kale, las espinacas o el brócoli, también contienen calcio, aunque su absorción es menor.
Pescados pequeños: como las sardinas en lata (con espina) o los boquerones, aportan calcio de forma sorprendente.
Frutos secos y semillas: almendras, avellanas, chía o sésamo pueden contribuir al aporte diario.
Legumbres: especialmente los garbanzos, la soja y sus derivados como el tofu.
Con el sabor de siempre, cuidarte sabe mejor
En El Buen Pastor elaboramos leche fresca de alta calidad, procedente de nuestras ganaderías en Cantabria, con el mismo cuidado y respeto de siempre. Así, además de estar deliciosa, te ofrece todos los nutrientes esenciales de forma natural.
Porque cuidarse no tiene porque ser complicado, solo se necesita algo tan sencillo como un buen vaso de leche.